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Y aún así, el placer de Jay no ha terminado. Después de un buen rato en la cama, donde Hannah le da instrucciones a Jay, terminan nuevamente en el gimnasio. Jay está extasiado, pero Hannah no tiene prisa y juega con el pequeño todo el tiempo que quiere, dándole un gran peso que no puede manejar y luego asumiendo el control ella misma. Ella lo hace suplicar, lo levanta y finalmente le da su recompensa, después de lo cual hay una escena final en el dormitorio.
Para esta historia, decidí probar suerte con una chica menos obviamente musculosa. Hannah sigue siendo alta y atlética, pero no es una culturista como la mayoría de las chicas que pueblan el Amazonias universo. Creo que, sin embargo, la encontrarás bastante sexy y atractiva.
PDF, 82 páginas
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